En el
mundo digital en el que vivimos, estamos muy acostumbrados a navegar por
internet para conseguir información, interactuar con los demás o realizar
diversas gestiones, entre otras muchas tareas.
Lo
concebimos como algo natural, pero para que una página web funcione y satisfaga
las intenciones de los internautas, es necesario un trabajo previo de
programación y diseño. Y aquí entran en juego dos conceptos claves: ‘back end’ y ‘front end’.
En el desarrollo web, una
experiencia del usuario óptima garantiza el éxito de una aplicación. Y sin ambos entornos esto no
sería posible. Uno es el motor silencioso que opera en las sombras, manipulando
datos, asegurando la integridad y ofreciendo funcionalidades a cada clic que
hacemos con el ratón. El otro, es la cara pública, la primera impresión que
cautiva a los visitantes: el diseño, la interactividad, la apariencia visual
que tiene que gustar a primera vista.
“Back end
vs front end” son conceptos diferentes, pero que van de la mano para garantizar
el funcionamiento de una página web o una aplicación.
Sigue leyendo para conocer cómo interactúan estos dos entornos aparentemente opuestos, pero que, sin un trabajo coordinado de ambos, no es posible lograr experiencia online completa.
El front end, también conocido como el lado del cliente, se
refiere a la interfaz visible de una aplicación o sitio web con la que los
usuarios interactúan directamente. Es responsable de crear una experiencia
de usuario atractiva y funcional, mediante el impacto visual y una
navegación intuitiva.
Así, el front end se encarga de mostrar el diseño, los
colores y los botones que se ven en la pantalla, y de crear los componentes
visuales como las imágenes, las animaciones y la interactividad para captar la
atención de los visitantes.
De
todas las funcionalidades que proporciona esta interfaz gráfica visible por el usuario,
destacan la interacción con los elementos de la aplicación, como los botones,
formularios y menús desplegables.
También se asegura de que la navegación sea fluida y fácil
para los internautas. Y todo esto es posible mediante la utilización de
diferentes lenguajes. Estos son los más usados actualmente en la
programación y diseño web:
·
HTML: es el lenguaje estándar utilizado
para crear la estructura de las páginas web.
·
CSS: también conocidas como “hojas de estilo en
cascada”, permiten definir el estilo y la presentación visual de
los elementos en el front end.
·
JavaScript: es un lenguaje de
programación que posibilita la interactividad y funcionalidad dinámica en esta
parte visible por los usuarios.
·
Frameworks:
existen diversos marcos de trabajo como ‘React’, ‘Jquery.js’ y ‘Angular’,
que facilitan el desarrollo frontend al proporcionar componentes y
funcionalidades ya predefinidas.
El back end es la suma de tecnologías, servidores, aplicaciones y bases
de datos que trabajan juntos para que el sitio web funcione correctamente. Es la
parte invisible para los usuarios, pero fundamental para el funcionamiento de
cualquier sitio o aplicación.
Si
piensas en un sitio web como un iceberg, el front end sería lo que se ve sobre
el agua (la interfaz de usuario con la que interactúas), mientras que el back end
sería la parte sumergida: los cimientos donde se sustenta todo (realiza todas
las operaciones y procesos necesarios para que todo fluya).
En el
contexto del desarrollo web, el backend se encarga de llevar a cabo diversas
funciones y tareas esenciales:
·
Gestión de la lógica y el procesamiento de datos.
·
Almacenamiento y recuperación de información de una base de datos.
·
Interacción con el front end para proporcionar los datos solicitados
por el usuario.
·
Implementación de la seguridad y autenticación de usuarios.
·
Optimización del rendimiento y la eficiencia del sitio web.
·
Integración con los servicios externos mediante las APIs rest.
Para lograr todas estas funcionalidades se nutre de diferentes lenguajes de programación y tecnologías como ‘PHP’, ‘Python’, ‘Ruby’, ‘Java’ o ‘node.js’, y bases de datos como ‘MySQL’, ‘PostgreSQL’ o ‘MongoDB’.
Por
tanto, cuando hablamos de back end y front end nos referimos al conjunto de
elementos y funciones relacionadas con el lado del servidor y la interfaz de
usuario de una aplicación o página web.
Este
trabajo conjunto y armonioso se traduce en una experiencia de usuario fluida.
Un front end bien diseñado con un back end robusto y rápido garantiza tiempos
de carga rápidos, interacciones suaves y una navegación intuitiva.
La
comunicación efectiva entre ambos entornos también mantiene la seguridad de los
datos y el rendimiento del sitio web. Un back end seguro protege la información
sensible frente a ataques
informáticos, mientras que un frontend bien desarrollado evita
vulnerabilidades en ciberseguridad que
podrían explotarse.
La
separación clara entre back end y front end permite que cada uno se desarrolle independientemente.
Esto facilita futuras actualizaciones, mejoras o cambios sin afectar
significativamente al otro lado, lo que hace que el sistema sea más adaptable según
vayan cambiando las necesidades del negocio.
Y así
lo hacemos en Berna Network con nuestros desarrollos a medida.
La escalabilidad es una de las claves de que una empresa funcione desde el
punto de vista online.
En los tiempos cambiantes en los que nos encontramos, poder trabajar con tecnologías escalables que se adapten al crecimiento de una compañía e incorporen otras disciplinas en auge, con la inteligencia artificial como ejemplo más significativo, contribuye a que todo el trabajo realizado previamente no se eche a perder.
financiado por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU